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Tres rutas de senderismo por La Jacetania que no debes perderte este verano

Contacto con la naturaleza, desconexión, vistas panorámicas y tranquilidad. Estos son solo algunos de los beneficios que ofrece el senderismo en el Pirineo, una forma de ejercitarnos al mismo tiempo que disfrutamos del camino que nos conduce hasta nuestra meta. Ibones, picos o cimas rodeados de majestuosas montañas que dejan a su paso ríos, cascadas, diversidad de especies animales y vegetales y, sobre todo, respiración de aire puro.

Aquí os contamos tres excursiones que no deben faltar en vuestro verano por La Jacetania. Se trata de el Ibón de Acherito, el Ibón de Arlet y el Castillo de Acher.

La primera de ellas es una de las más conocidas por vecinos y visitantes. El Ibón de Acherito es uno de los más bonitos del Pirineo Occidental y para llegar a él en esta ruta circular es necesario salvar un desnivel de unos 630 metros y recorrer unos 12 kilómetros. La ruta parte desde el Parking de La Mina, en la Selva de Oza. Pese a que hay que circular por un tramo de pista sin asfaltar es muy accesible para los coches. Nada más salir, encontraremos carteles indicativos con la ruta que señalan el inicio del camino. El sendero continúa ascendiendo al lado del Barranco de Acherito y el de las Foyas. La senda está muy marcada durante la ascensión. Una vez que lleguemos al objetivo, el Ibón de Acherito, se podrá observar las montañas que lo rodean por la parte posterior. La ruta se puede hacer circular por lo que se puede descender tras cruzar el arroyo. El descenso es suave y permite contemplar otro paisaje diferente además de sarrios, cascadas y, en verano, vacas pastando.

El Ibón de Arlet es una maravilla y no solo por conquistarlo tras la subida, sino porque las vistas que se pueden observar desde este punto son una maravilla manifestada con el Midi d’Ossau al fondo. Esta ruta se inicia en el Parking de Guarrinza y se coge la pista que lleva el mismo nombre durante un kilómetro y medio aproximadamente hasta llegar al Valle de Aguas Tuertas. Una vez pasada el refugio se cruza el ancho de Aguas Tuertas y la ascensión transcurre por el camino paralelo al Barranco de Acué hasta que se cruza con el camino. El paseo transcurre por el Collado de Arlet y una vez que se llega a la frontera con Francia, es muy fácil divisar el Ibón. Trece kilómetros y unos 650 metros de desnivel es lo que hay que salvar para llegar al poco conocido Ibón de Arlet.

Si quieres algo un poco más exigente os ofrecemos la ruta que conduce hasta el Castillo de Acher desde la Selva de Oza. El punto de inicio es el parking que hay nada más llegar a la Selva de Oza que coincide con el paso del Río Subordán. Para llegar al objetivo, el Castillo de Acher, hay que salvar unos 1250 metros de desnivel. El primer tramo se empieza por le camino situado al lado del campamento. Tras una suave ascensión, llegamos a un bosque donde vamos ganando altura hasta llegar a una zona con menos vegetación y a una cabaña de pastores. Un sendero en zigzag parte desde este punto hasta una canal que nos conduce a la parte final del camino.

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