Una escapada a Jaca siempre es una buena idea, pero si eliges el otoño, volverás boquiabierto. Esta estación es la más bonita si hablamos de los paisajes y el colorido de los montes pirenaicos que rodean la ciudad. Y si esto le sumamos temperaturas frescas sin multitudes, conseguirás el tiempo que necesitas para visitar Jaca y los alrededores y recoger las fuerzas necesarias para afrontar el invierno.
Si quieres conocer los entresijos de la ciudad de Jaca puedes visitar la Ciudadela de Jaca, la única construcción de este tipo de fortalezas que conserva intacta tras haber sido construida en el siglo XVI por orden del Rey Felipe II. La Ciudadela de Jaca es un fuerte miliar y un punto de interés turístico de la ciudad en el que se puede aprender sobre la historia militar de la región y disfrutar de las vistas panorámicas desde sus murallas. Además, también puedes conocer el Museo Diocesano, el de Miniaturas Militares o pasear por el Casco Antiguo que, a pesar de ser encantador en cualquier época del año, en otoño, las calles empedradas y las plazas cobran vida con un ambiente especial.
Hacer senderismo o paseos en bicicleta disfrutando de los colores rojizos, anaranjados y cobrizos que ofrece la vegetación es una de las actividades que más se realizan en el otoño en el Pirineo. Amantes de la fotografía y de la naturaleza se acercan en esta época para conocer el otoño en su máximo esplendor. Bosques como el Betato, Selvas como la de Oza, el Parque Nacional como el de Ordesa y Monte Perdido o el Parque Natural de los Valles Occidentales se convierten en unos escenarios perfectos llenos de luz y color. Eso sí, os recomendamos llevar ropa y calzado adecuados que protejan del frío porque las temperaturas en las primeras y últimas horas del día suelen ser frías.
Disfrutar de la gastronomía local es otra de las actividades que os recomendamos si nos visitáis en otoño. Los bares y restaurantes de Jaca ofrecen la misma calidad con mucha menos gente, lo que hace que puedas probar las delicias de la zona sin aglomeraciones. Además, en la Jacetania hay numerosas bordas en las que querrás repetir. ¡No olvides los platos auténticos de la región como el cordero, la trucha del río Aragón, los quesos locales, el chuletón o las tradicionales migas!
Y si todo esto fuera poco, tienes que saber que, a finales de otoño, si tienes suerte y cae la primera nevada, podrías aprovechar para esquiar en las estaciones de esquí.
Sabemos que estos primeros días fríos avecinan el invierno. Escápate a Jaca en otoño y recarga la energía para el invierno. La historia, naturaleza y actividades al aire libre, todo enmarcado en los hermosos colores otoñales de los Pirineos, te harán disfrutar y olvidarte de la rutina.